Cero

Has dormido ya en sus brazos, pero todo es nuevo. Ya no se ríe, apenas te mira y casi ni te habla. Unidos día a día por un filo hilo que no tiene por dónde agarrarse, frágil de extremos, no sabemos ni cómo sostenernos. Amor de oca en oca, tiras porque no te queda otra, rezando para encontrar algo de esperanza en la siguiente casilla, buscando señales en rincones vacíos, pisando sólo arena, en un desierto en el que ya no te guían ni las estrellas. Igual que un puzzle nuevo al que le faltan algunas piezas, encajamos tan sólo al comienzo. Igual que un poema sin firmar, escrito con los mejores versos en un lenguaje que no supimos descifrar. 


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