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Ayer me pidieron que hablara de ti. Ya ves. Tuve que sacar la chuleta imaginaria. Conté las palabras, mil trescientas doce, y me parecieron pocas. La mayoría eran buenas, como las noches que pasábamos sin dormir, contando los lunares de tu espalda. Contando los planes que quedaban por venir. El resto (doce) fueron malas, envenenadas, me sabían a rabia, como la noche que decidiste que ya no había más. Que el cuento que nos inventamos tenía final. Ayer me pidieron que hablara de ti. Ya ves. No supe por dónde empezar. Se me sigue atragantando tu nombre y tus te quiero ya no pasan ni con agua. No te veo, pero tu recuerdo me visita cada día, cobarde, sin mucho que contar. Escondí tus cenizas en un cajón bajo llave. Son de esas que no se pueden lanzar al mar. Son de esas que ocupan poco pero que duelen mucho.Son de esas que te manchan la mente y el corazón al mismo tiempo. Ayer me pidieron que hablara de ti.  

La vida de Ali.

Que del “es formidable” al “es un miserable” pueden pasar dos segundos o dos siglos, lo que tú decidas. Que no es tener una novia para ver qué tal se nos da tener eso que todos llaman “relación”. Que es querer pasar el tiempo, tú tiempo, con una persona que nos ve distinto a cómo nos ve papá, el vecino o el perro…. ni tú mismo serás capaz de verte como te ve ella, jamás,lo cual es una suerte, imagina si te viera como los demás eh?… no, mejor no. Que de experimentos está el laboratorio lleno, sin ir más lejos, mira esa chica, le está diciendo a ese pobre chaval que está soltera… vamos a omitir que desde ayer. Les das dos meses? Durarán 2 días. Más de lo mismo. En fin, espera! No te cuento esto para que salgas corriendo, te he visto tantas veces hacer lo mismo… no has aprendido el significado de la palabra valentía, no te preocupes, yo tampoco hasta que conocí a una mujer con tres hijos pequeños y que andaba sin miedo, acompañada de su cáncer, sabiendo que le quedaban 2 meses de vida, o aquel hombre que sin pensárselo dos veces, ayudó a un bombero que quedó atrapado en un incendio.. recuerdo que le dieron una medalla de oro al mérito y no se qué más… el pobre no tenía trabajo desde hacía 5 años y no tenían ni para comer y ¿sabes qué hizo? Encargó a una joyería fundir esa medalla para hacer un anillo a su hija de siete años que hacía la comunión y que no había visto nada parecido en su vida. Ahh aquello si que eran buenos tiempos! Oye no te voy a robar más tiempo, vas a despertar en 1 minuto y no puedo seguir aquí, sólo quería asegurarme de que aprendieras bien el significado de ser valiente, que dejaras de ser tan cobarde, por tu bien, por el bien de los demás, y por el de ella, que espera de ti una reacción, que te ve formidable, pff ya ves, se cree que estás hecho de otra pasta, no sé, menos… miserable - estalló en una carcajada- dios, no hay duda de que le gustas... en fin! DESPIERTA!